No seré yo quien se vaya a rendir
ni saldrá de mi boca el verbo temer.
Mi alma es un faro resistiendo de pie.
La tierra me vio pasar por aquí
Conoce mi sangre, mi guerra y dolor.
Soy aire de cuerdas en el sueño de Dios.
Y vivo mi historia a contrarreloj
en esta carrera sin recta final.
El tiempo me insiste, ahora o nunca
Jugármela entera, mi propia verdad.
Aún tengo tus ojos para vivir
y lluvia de tardes mojando mi piel.
La noche me siembra y empiezo a crecer.
Ya sabes que no te puedo mentir
ni pedirle callar a mi corazón.
Los cielos lo saben, escucha mi amor.