Llevo mis recuerdos andando conmigo, noches de verbenas y amor en mi pueblo. Me siento un gorrión de ese tiempo olvidado llegando a mi infancia en un vuelo.
Suenan las guitarras de viejos amigos, el primer tabaco y un beso en su puerta. La risa de aquellas muchachas tan lindas llenan mi nostalgia de lágrimas secas.
El espejo me enseña un milagro, los años vividos conmigo se irán y escucho cantar a mi ángel dorado al pie de la cama, susurros del mar.
De vuelta en la vida, en casa me espera el abrazo dulce de hijos y nietos y aquella mujer que elegí para amarla dándome los años más bellos.
Las calles serenan mi andar de regreso bajo la arboleda de cedros e higueras. Silbo melodías con mi alma de niño Me siento en un banco a escribirles poemas.
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