Si yo pude alguna vez iluminarte, solamente fui un espejo de tu alma. No hice más que encontrar tu luz adentro y enseñarte el amor que te buscaba.
Solo mírame y florece en tu camino. No te apures, yo te espero donde sea. En el tiempo que nos queda ya sabremos encontrar poco a poco la respuesta.
En la honda soledad de nuestras noches, tan cercanas a la muerte irremediable. Es la vida quien suaviza los recuerdos cuando llega un amor para salvarte.
Solo mírame y florece en tu camino…
Es mi ofrenda este puñado de canciones por dejarme estar contigo en las mañanas. En tus ojos me reflejo así tan libre, me haces fuerte cuando ríes, cuando cantas.
Solo mírame y florece en tu camino…
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