Esta madre que es la tierra
alimenta nuestros cuerpos,
a los peces y a las aves
emigrantes de los cielos.
Nuestra pacha se contempla
en el rostro de sus hijos.
Es Consciencia y Universo
para pobres, para ricos.
De su núcleo nace el fuego,
de sus cerros, agua y vida.
Pero sufre en sus entrañas
cuando el hombre la castiga.
Las montañas y los llanos,
los desiertos y las selvas.
Somos hijos de la Pacha
hermanados en la huella.
Por los mares voy buscando
mi destino en cada puerto.
Va mi estrella por delante,
mi guitarra y mi silencio.
La semilla de mi canto
busca un surco en el camino
y lo encuentra en cada alma
pura y noble como un niño.
Tal vez lleve mis tristezas
anudadas en el pecho,
pero creo en esta Tierra
ser feliz es mi derecho.