La vida para cantar (2022)

Tremenda ciudad
En esta ciudad de noches eternas
de luces a medias y esquinas perdidas,
camina conmigo un duende risueño
y me habla bajito en la oscura vigilia.
El cielo desprende su lluvia de otoño
y moja mis pasos de largos silencios.
Tal vez me bendice de versos y lunas
y me haga feliz en un solo momento.
Y entre amarte y odiarte, tremenda ciudad
elijo adorarte con toda mi alma
y beso tu boca de miel y cristal.
Y me arraigo a tus calles, mi loca pasión
no importa si muero dormida en la niebla,
volveré a tu vida en mi resurrección.
Así como soy errante sin nombre,
se cuela un recuerdo en mi pecho vacío,
y veo a mi padre en la sombra de un patio
y corro a su encuentro volviéndome un niño.
La vida me abraza, me acuna de soles
y entibia mi cuerpo de invierno y distancia.
El duende me lleva a pasear por tus barrios
y me reconcilio en cada mirada.
En esta ciudad de noches eternas
de luces a medias y esquinas perdidas.
En esta ciudad me quedo por siempre
te siento tan mía
mi sueño, mi canto
y mi dolor.