Decírtelo seria improcedente y creo que lo sabes como yo: hay algo que nos pasa y es más fuerte que una brisa. La vida lo resuelve a su manera disfraza las excusas del amor. Inventa un motivo y un lugar para el encuentro.
Y este miedo a haber querido y el dolor de haber perdido nos dan tregua para amar una vez más.
Y este miedo a haber querido y el dolor de haber perdido. Y quien sabe… seas tu mi mejor casualidad.
Tal vez si recorrieras mis caminos en este devenir del corazón sabrías el porqué de tantas lágrimas y heridas. El cielo que nos ve crecer de niños confía en la vida sin temor, nos muestra las estrellas que alcanzamos en los sueños.
Así como es creer en lo imposible, un ángel en mi oído susurró me dijo que tu alma me buscaba en cada risa. Y mientras te esperaba en las mañanas crecía dentro mío una canción. Podía imaginarte y sentirte en mi silencio.
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