DIARIO DE VIAJE 4
DESDE EL PUERTO DE VALENCIA AL MUNDO
¿Qué hace un turista o un futuro residente ni bien llega a Valencia? simple: conocer su puerto y su playa.
Es lo primero que hice con mis hijos al pisar esta tierra, aprovechando además los últimos calores del verano, que siempre se prolongan hasta noviembre.
El puerto de Valencia es impactante, así lo vimos y lo sentimos. En estos 20 años no me canso de recorrer el mismo camino de 7km en bicicleta desde mi casa hasta la Playa de la Malvarrosa.
Algo realmente inimaginable para quienes el mar nos queda tan lejos desde Buenos Aires y el conurbano bonaerense.
Aguas tranquilas, buques y barcos amarrados junto a la primera playa aledaña al puerto, Las Arenas y unos metros más hacia el norte, La Malvarrosa.
El Puerto de Valencia es el 5to puerto con más tráfico de Europa, el más grande de España y de la cuenca del Mar Mediterráneo, con una capacidad de tráfico anual de alrededor de 64 millones de toneladas de carga (datos del 2016).
La actividad portuaria genera alrededor de 15 mil puestos de trabajo gracias a los nexos comerciales con Italia, Turquía, Japón y Estados Unidos, entre otros socios.
Revisando un poco su historia, existen datos sobre un incipiente pero importante movimiento e intercambio comercial en el siglo VI aC.
A partir de 1491 se puede afirmar que Valencia consolidó su explotación propiamente portuaria, y en la segunda mitad del siglo XV, la ciudad con 75000 habitantes, era la más poblada de la península ibérica.
En aquel momento, el puerto era el más importante de la Corona de Aragón, teniendo líneas de navegación con Italia, Europa Occidental y el Norte de África.
En el Siglo de Oro Valenciano, el puerto de Valencia ha sido clave en la Ruta de la Seda por su conexión marítima con los principales puertos asiáticos.
Actualmente, el tráfico de cruceros es otro de los grandes generadores de riqueza a nivel turístico y en 2016, recalaron en el puerto de Valencia 403.264 personas.
Ante nuestros ojos de recién llegados, aquello era demasiado grande.
Habíamos ido a Mar del Plata cuando mi hijo Cristian tendría un añito y medio y si había visto barcos y veleros fue en alguna visita a la Fragata Sarmiento en Puerto Madero.
Entre los edificios más bonitos del puerto, hay varios de relevancia arquitectónica construidos a principios del siglo XX como son el Edificio del Reloj, Los tinglados (que destacan por su decoración modernista), el edificio de la Aduana, el Varadero Público y los muelles comerciales.
Con motivo de la Copa América de Vela 2007 se crearon nuevos espacios para uso ciudadano y deportivo, entre ellos, la Marina Real Juan Carlos I en la que se desarrollan actividades dedicadas a la náutica, la restauración, juegos infantiles, eventos deportivos, culturales, etc.
En consecuencia, se levantó el edificio “Veles e Vents”, de los arquitectos David Chipperfield y Fermín Vázquez, cuyo nombre fue tomado de los versos del poeta y caballero valenciano Ausiàs March.
Como buena argentina que pisa suelo desconocido pero que, para sorpresa suya, todo resulta bello, amable y acogedor, sigo insistiendo en que la vida nos puso en el lugar perfecto para iniciar una nueva etapa.
Ver a mis hijos disfrutar de los juegos en la arena, de los paseos en patines por los tinglados y en bicicleta por el paseo marítimo, es uno de los recuerdos inolvidables de estos últimos 20 años.
Valencia ofrece inmejorables posibilidades para disfrutar de vacaciones de corta o larga estancia y como lugar para vivir y desarrollar actividades de toda índole por su amplia diversidad cultural, gastronómica y urbanística.