DIARIO DE VIAJE 7
CHULILLA, HISTORIA Y NATURALEZA DE LA MANO
Chulilla es uno de los mejores destinos para los amantes de la la naturaleza.
Una de las ventajas de vivir en Valencia es disfrutar del contraste ciudad/pueblo a muy pocos kilómetros.
Situado en la Comarca de la Serranía, a 62km de Valencia, uno se puede llevar la gran sorpresa de su vida.
En un abrir y cerrar de ojos, te encontrarás en un cañón de 160 metros de profundidad y 10 metros de anchura, situado en la cuenca media del Río Turia y a 322 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Su pasado árabe lo atestiguan, el castillo, los torreones y las murallas que aún se mantienen en pie.
Sin embargo, los nativos originarios datan del primer milenio aC. encontrándose vestigios de herramientas de la edad del Bronce y también pinturas rupestres que muestran cacerías de animales salvajes.
En 1238, tras la conquista de la ciudad de Valencia, Chulilla entra a formar parte del mundo occidental cristiano. Zayd Abu Zayd, el último gobernador almohade, entregó el castillo y la villa, junto con otros territorios, a la Iglesia de Segorbe en 1236.
Su posición geoestratégica provocó que se libraran en ella cruentas batallas durante las guerras carlistas.
El patrimonio de Chulilla lo componen:
El Salto de Chulilla y el paraje de los Calderones, entorno ideal para senderistas que deseen disfrutar también de la Ruta de los Pantaneros y del Embalse de Loriguilla.
El Charco Azul, un lago precioso por el color de sus aguas turquesas y paredes rocosas.
Los puentes Colgantes desde donde se puede tener vistas increíbles. El más alto tiene 15 metros
El Remanso de las Mulas ubicado en un rincón de Chulilla llamado la Peña Judía, un hermoso paisaje de aguas cristalinas.
Las pinturas rupestres del barranco del Falfiguera que fuera descubierto en 1998 y desde el 2011 es parte del Patrimonio de la Humanidad Arte Rupestre del acro mediterráneo de la península ibérica.
El Castillo de Chulilla, construido por los Musulmanes y que luego de la conquista de los territorios por Jaume I fue utilizado como prisión eclesiástica.
La Iglesia Virgen de los Angeles, construida en los Siglos XV y XVI de ornamentación barroca, conserva una talla de madera policromada de una Virgen con Niño del siglo XVI y un lienzo de la Virgen del Castillo con Niño del SVII.
La Ermita de Santa Bárbara construida en 1364 de estilo gótico, renovado en 1730.
La Ermita de San Josepe de 1662.
Las actividades económicas del municipio de Chulilla han estado y están ligadas estrechamente con el recurso agua. Los habitantes de las alquerías de época islámica ya formaron un importante sistema de regadío.
Actualmente, la Central de la Sociedad Valenciana de Electricidad tiene su presa en el interior del cañón del río Turia.
De aquí a la central, el canal discurre subterráneo, atravesando la roca por debajo del pueblo. Tiene un salto 32 m de altura, con un caudal de 11 m³/s y una producción de 3200 Kw.
El embalse se utiliza para el riego de la vega del Turia y el abastecimiento de agua para la ciudad de Valencia.
También se emplea para la producción de energía hidroeléctrica, merced a la central de 10,40 MW instalada al pie de la presa.
El pueblo de Chulilla conserva el diseño musulmán con calles estrechas, irregulares y empinadas con gran desnivel y a veces de forma escalonada.
Chulilla es el plan perfecto para un domingo en familia o con amigos que están de visita en la Comunidad Valenciana.
Y como buena argentina que soy, no faltarán el mate y los bizcochitos para merendar en plena naturaleza, observando y disfrutando en este contexto maravilloso.