LOS NIÑOS EN LA NUBE TECNOLÓGICA

La realidad no puede ignorarse y menos negarse. 

Nuestros niños y adolescentes están inmersos en un mundo donde la influencia de los videojuegos y de las plataformas virtuales llegaron para quedarse.

Mientras los adultos miramos el panorama con cierta desconfianza y perplejidad, las nuevas generaciones se adaptan y controlan la tecnología a la velocidad de la luz.

Existen investigaciones que abordan este fenómeno y, contrariamente a lo que pensamos respecto a la dependencia del movil y de cualquier otro dispositivo, hay estudios que afirman que los videojuegos permiten mejorar el control de los impulsos y la memoria funcional.

Esto ha sido demostrado en una prueba realizada en Estados Unidos a 2000 niños en los que aquellos que nunca habían jugado a videojuegos, fueron los más rezagados. 

Por el contrario, la doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas en Estados unidos, declara que existen otros estudios que relacionan los videojuegos con problemas de comportamiento y de salud mental, pero reconoce que también aportan beneficios cognitivos. Según ella, estos estudios aún no son concluyentes y merecen mayor investigación.

Desde otro enfoque, la empresa de tecnología educativa Crack The Code, afirma que los videojuegos están mutando hacia temáticas más inclusivas como la violencia de género, el acoso escolar y el cambio climático, favoreciendo a la concientización de estos temas.

Además prepara a los niños en el uso de herramientas que serán de uso cotidiano en sus trabajos el día de mañana. 

Aquí comienza un debate sin desperdicio sobre la implicación de los padres en la elección de los juegos según sus contenidos, y sobre todo la administración de los tiempos de conexión y descanso de sus hijos.

Me ha pasado de compartir una mesa familiar y ver a los niños interactuando con el móvil, o de madres que dan de comer en la boca a sus hijos de 3 ó 4 años mientras ellos manipulan una “maquinita” de videojuego.

Visto que soy una madre a la antigua, he optado por preguntar a qué están jugando y más o menos sacarlos por unos segundos de ese contexto virtual.

Obviamente no comparto en nada este tipo de crianza. 

Tal vez sea una excepción o un mínimo porcentaje, pero la responsabilidad de los padres es total y absoluta.

Pareciera que ya no es importante enseñar cómo deben sentarse, cómo usar los cubiertos, o participar de una conversación con un mínimo intercambio con el resto de la familia. 

Es cierto que estos nativos digitales sobrepasan todas las expectativas, pero ningún adulto debería desatender la salud, la educación y el tiempo de ocio de los suyos. 

Todavía la especie humana no se ha disociado de su SER social y necesita tener habilidades para integrarse con el entorno, además de disponer de conocimientos aplicables en el área tecnológica.

En cuanto a las “Conductas adictivas” la doctora Ruth Santana, directora del Centro de Atención Integral a las Dependencias en Santo Domingo, manifestó su preocupación por los adolescentes que sufren trastornos del sueño y ansiedad, al exponerse a los juegos electrónicos.

Por esta razón inician a temprana edad, el consumo del alcohol y drogas, entre estas la marihuana. 

Que sucede con la educación? cómo se reubica la docencia en este nuevo paradigma especialmente a partir la pandemia?

Reconozcamos que a partir del 2020 se ha generado un cambio sin retorno respecto al uso de la tecnología en la educación.

El docente se enfrenta a una realidad ya consumada. Para ello necesita controlar las nuevas herramientas tecnológicas y pedagógicas que complementen su trabajo en el aula.

El desafío es enorme, los maestros y profesores deben formarse y estar al día de todas las novedades en este campo para saber adaptar los objetivos educativos y las necesidades individuales de sus alumnos.

Sin embargo las ventajas también están a la vista. Los alumnos pueden interactuar, jugar y aprender desde varias plataformas, incluso estudiar a distancia y en horarios flexibles.

Los docentes, por otra parte, cuentan con herramientas de planificación lo que les ahorra tiempo y les facilita una vía de enseñanza más interactiva y en coherencia con las tendencias del momento. 

La tecnología corre a más velocidad que nuestro entendimiento común y obviamente nuestros niños tienen mayores capacidades de aprendizaje y adaptabilidad que cualquier adulto.

Estamos frente a momentos claves donde el conocimiento y la salud deben encontrar un equilibrio.

Familias y educadores necesitan trabajar codo a codo, priorizando la educación en casa y en las escuelas que sea coherente en este marco de grandes desafíos tecnológicos.