Gabriela Castillo https://gabrielacastillo.es/ Sat, 06 Dec 2025 13:15:40 +0000 es hourly 1 https://gabrielacastillo.es/wp-content/uploads/2023/01/cropped-Foto-redes-sociales-gabriela-castillo-32x32.jpg Gabriela Castillo https://gabrielacastillo.es/ 32 32 Madame Bovary de Gustave Flaubert https://gabrielacastillo.es/madame-bovary-de-gustave-flaubert https://gabrielacastillo.es/madame-bovary-de-gustave-flaubert#comments Sat, 06 Dec 2025 11:03:12 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=18366 Escuchar el Post MADAME BOVARY de Gustave Flaubert La novela del siglo XIX que sacudió la moral francesa He leído una de las obras más renombradas de la literatura del siglo XIX: Madame Bovary, la célebre novela de Gustave Flaubert.  La obra se publicó originalmente por entregas en la revista literaria La Revue de Paris, desde el 1 de octubre… Leer más »Madame Bovary de Gustave Flaubert

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MADAME BOVARY de Gustave Flaubert

La novela del siglo XIX que sacudió la moral francesa

He leído una de las obras más renombradas de la literatura del siglo XIX: Madame Bovary, la célebre novela de Gustave Flaubert. 

La obra se publicó originalmente por entregas en la revista literaria La Revue de Paris, desde el 1 de octubre de 1856 hasta el 15 de diciembre de ese mismo año, y apareció como libro en 1857.

Madame Bovary representó un escándalo para la época, ya que supuso una crítica directa a la sociedad burguesa del siglo XIX, posterior a la Revolución Francesa y al gobierno absolutista de Napoleón. 

La historia podría parecer un culebrón de los 90, pero si consideramos la época y la mentalidad de la sociedad francesa de aquel entonces, es fácil imaginar por qué alcanzó los límites del escándalo. 

El libro narra la vida de una muchacha de la típica campiña francesa, criada en un convento, aficionada a la lectura y al piano. Tenía ciertas herramientas para desenvolverse como una dama —algo poco común en su entorno—, aunque inevitablemente dependía de un matrimonio conveniente para acceder a un mundo menos vulgar.

La elección, sin embargo, no resultó la ideal: Charles Bovary era un médico rural, un hombre sencillo, bondadoso, pero poco distinguido. 

Emma, lectora voraz de novelas románticas, fantasea con una vida idílica y privilegiada. Tras un breve tiempo de matrimonio, empieza a sentir el hastío de una existencia que solo ha cambiado de forma, pero no de contenido, hasta enfermar y caer en depresión.

 Charles, siempre atento a complacerla, decide mudarse a Yonville, cerca de Ruan, con la esperanza de mejorar su ánimo. Pero nada cambia realmente. 

Él amaba profundamente a su esposa, pero no la comprendía. Mucho menos podría imaginar que ella terminaría engañándolo y arrastrándolo hacia la ruina financiera y moral. Solo al final alcanza a tomar conciencia del desastre que se le venía encima. 

La novela nos sumerge en el entramado amoroso de Emma con sus dos amantes, Rodolphe y León, y en su constante exigencia de huir con alguno de ellos —con uno primero, con el otro después—. Su objetivo no era tanto amar a alguien como escapar del pozo en el que se sentía atrapada. Al final, necesitaba que cualquiera la rescatara y pagara sus deudas, fruto de escapadas, compras y caprichos.

¿Cómo pudo Charles ignorar tanta mentira y despilfarro cuando todo parecía evidente? Pues bien: el famoso dicho “el amor es ciego” encaja perfectamente en este caso. 

Charles no era más que un marido abnegado, ingenuo, dedicado por completo a su labor de médico, lo que le mantenía fuera de casa la mayor parte del día, confiado en encontrar a su esposa dedicada a las tareas del hogar. 

La historia termina de forma trágica. Emma calla la verdad y exige a Charles que no pida explicaciones. Pero, como siempre ocurre, todo acaba sabiéndose.

La literatura de aquellos años, muy distante de los formatos narrativos actuales, nos cuenta historias sencillas que nos trasladan a un momento esencial, sin el cual no tendríamos ciertas referencias sobre la sociedad y la condición humana. 

Más allá de los arrebatos emocionales de Emma y de sus errores de juicio, las mujeres podemos establecer un paralelismo con la falta de protagonismo social que hemos arrastrado durante siglos, y con ese “segundo plano” en tantas profesiones y actividades que todavía, a veces, nos hace depender de otros

Misión cumplida con Madame Bovary. Sin duda, un libro que debía leer, porque las obras excelsas merecen lectores atemporales. 

Gustave Flaubert – Biografía

Madame Bovary – Libro

Madame Bovary – Audiolibro

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EL ALEPH de Jorge Luis Borges https://gabrielacastillo.es/el-aleph-de-jorge-luis-borges https://gabrielacastillo.es/el-aleph-de-jorge-luis-borges#respond Tue, 14 Oct 2025 17:37:05 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=18233 Escuchar el Post EL ALEPH de Jorge Luis Borges Un instante infinito en el corazón de Buenos Aires En este último tiempo pensé mucho sobre la caducidad de mi existencia y en qué cosas podría arrepentirme de no haber hecho, ya sea por decisión o por haberlas dejado para después, esperando el mejor momento.  Pensé… Leer más »EL ALEPH de Jorge Luis Borges

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EL ALEPH de Jorge Luis Borges

Un instante infinito en el corazón de Buenos Aires

En este último tiempo pensé mucho sobre la caducidad de mi existencia y en qué cosas podría arrepentirme de no haber hecho, ya sea por decisión o por haberlas dejado para después, esperando el mejor momento. 

Pensé seriamente que no debería irme de este mundo sin haber leído las grandes obras clásicas de la literatura. En mis 55 años pasaron muchas cosas de manera vertiginosa, sin que pudiera encontrar los huecos para una lectura pausada, alejada de los apremios y las urgencias que caracterizaron mi día a día. 

Decidí poner manos a la obra sin permitirme ninguna posibilidad de procrastinación. Pensando por dónde empezar, se me vino a la cabeza el nombre de Jorge Luis Borges. 

Había leído algunos de sus poemas de forma esporádica, que siempre me parecieron brillantes, íntimos, cercanos, con destellos de realismo y fantasía. Poemas que destilaban aromas conocidos o viajaban por trayectos que pude haber recorrido yo misma. 

Historias marginales, crudas, entreveradas de personajes luminosos y sombríos, moviéndose con la permisividad de la ficción tanto como en la realidad. 

Sabía que sus cuentos no eran de lectura fácil ni de comprensión ligera. 

Así que me aventuré a leer los 17 relatos de su obra El Aleph, editada en 1949: El inmortal, El muerto, Los teólogos, Historia del guerrero y de la cautiva, Biografía de Tadeo Isidoro Cruz, Emma Zunz, La casa de Asterión, La otra muerte, Deutsches Requiem, La busca de Averroes, El Zahir, La escritura del dios, Abenjacán el Bojarí, Los dos reyes y los dos laberintos, La espera, El hombre en el umbral y El Aleph. 

Debo reconocer que por momentos pensaba en salirme de esos párrafos, ya que mis ojos reclamaban una pausa, un descanso de tantos mundos alternativos, simbolismos y paradojas que van y vienen a través de los siglos, creando similitudes incomprensibles entre épocas y situaciones que convergen de alguna forma. 

El avance de la lectura se me hacía cada vez más “una cuesta arriba”, pero algo me insistía en continuar y en no desfallecer, sintiendo que deshilvanaba una madeja que volvía a entrelazarse con otra. 

Era casi un deber, pero un deber con gusto a satisfacción, pese a cierta confusión y desequilibrio personal. 

Cuando logré comprender las conexiones entre lo real, lo mental y lo subjetivo, cuando por fin asimilé la lógica de Borges entre sus líneas, llegué a El Aleph: un cuento escrito en primera persona, donde el mismo autor descubre la visión del infinito en el sótano de una casa de Buenos Aires. 

El cuento nos revela que Borges visita la casa de Beatriz Viterbo, un amor que nunca le correspondió, aún después de que ella había fallecido. Allí conoce a su primo, Carlos Argentino Daneri, un poeta de escasa monta intelectual —según Borges—, quien le confiesa haber hecho un hallazgo que le revelará una visión única e indescriptible del universo

Una vez llegado al punto final del cuento, comprendí que el tiempo que tanto me preocupaba (hablando en pasado) era pura imaginería, ya que, según El Aleph, nada es lineal y todo es simultáneo. Una vez sumergida en esa totalidad atemporal, el vértigo de vivir se convierte en una ilusión innecesaria. 

Entender la vida se vuelve algo cotidianamente simple e inabarcable, sin lenguaje ni construcciones mentales que puedan dar cuenta de nada. Solo ser. 

Me encantó El Aleph. 

Creo que este enorme esfuerzo, luego de tanto tiempo de postergada lectura, ha tenido una notable recompensa para mí. Haber leído una de las cumbres narrativas de Borges es como haber abierto una puerta de par en par, dejando entrar toda la luz y todo el aire de golpe. 

Jorge Luis Borges – biografía

El Aleph – libro

El Aleph – audiolibro

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DIARIO DE VIAJE 24 https://gabrielacastillo.es/diario-de-viaje-24 https://gabrielacastillo.es/diario-de-viaje-24#comments Fri, 19 Sep 2025 15:57:20 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=18198 Escuchar el Post DIARIO DE VIAJE 24 San Jorge, Traiguera y La Jana. Tres pueblos y un mismo pulso. Decidimos visitar Peñíscola, en la provincia de Castellón, a la que había conocido, hacía algunos años.  En esta ocasión, sin embargo, nos propusimos recorrer los pueblos cercanos, que siempre —y hasta ahora— nos han sorprendido con… Leer más »DIARIO DE VIAJE 24

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DIARIO DE VIAJE 24

San Jorge, Traiguera y La Jana. Tres pueblos y un mismo pulso.

Decidimos visitar Peñíscola, en la provincia de Castellón, a la que había conocido, hacía algunos años. 

En esta ocasión, sin embargo, nos propusimos recorrer los pueblos cercanos, que siempre —y hasta ahora— nos han sorprendido con sus historias, misterios y vestigios de culturas ancestrales: pequeñas perlas semienterradas bajo el peso de otras ciudades más imponentes. 

Este fue el caso de tres pueblos: San Jorge, Traiguera y La Jana, en la comarca del Bajo Maestrazgo. 

Nos tomamos el viaje con calma, con la expectativa de descubrir algo nuevo, lejos de los catálogos turísticos a los que acostumbran las agencias de viajes. 

En San Jorge se hallaron restos de la ocupación sarracena, entre ellos los campos de olivos que ya existían en tiempos de la conquista de Jaime I, y una pequeña aldea abierta con su molino de aceite. 

Recorrimos su casco histórico y nos detuvimos en la Iglesia Parroquial de San Jaime Apóstol, del siglo XVIII, que sustituyó al viejo templo medieval de la plaza mayor, edificado en 1387. La construcción del nuevo templo se inició en 1735 y se completó en 1759 con el campanario. 

Desde allí retomamos el viaje hacia Traiguera, a solo seis kilómetros de San Jorge. 

La presencia romana y musulmana dejó su huella en la toponimia, la lengua y las costumbres. En el siglo XIII, el rey Jaime I de Aragón conquistó estas tierras para la cristiandad, que pasaron a depender primero de la Orden de los Hospitalarios y después a la de Montesa. 

Su economía se ha basado históricamente en la agricultura —con olivos, almendros y cítricos—, complementada con la ganadería intensiva, tanto avícola como porcina. 

La tradición alfarera de Traiguera, con más de doce siglos de antigüedad (aunque algunos estudiosos sitúan su origen en la cultura ibérica, de donde provendrían ciertos motivos decorativos), se consolidó desde los primeros tiempos de la ocupación árabe.  

Numerosos talleres artesanales organizados en gremios llegaron a mantener hasta 35 hornos activos. A inicios del siglo XXI solo continúa un maestro alfarero en activo, Santiago Mellat. 

Para nuestra sorpresa, descubrimos el Real Santuario de la Virgen de la Fuente de la Salud, vestigio del paso por Traiguera de las órdenes de Montesa y de los Hospitalarios.

El culto se remonta a 1384, cuando los hermanos pastores Anastasio y Jaime Sorli hallaron una pequeña imagen mariana. Al agua de la fuente se le atribuyeron propiedades curativas y varios prodigios, entre ellos la recuperación del habla de Anastasio. 

En 2007 fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento. El santuario tiene su origen en el siglo XIV, alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVI y es el único de la provincia con la categoría de Real, concedida por Carlos V en 1542, renovada por Felipe II y confirmada por la bula papal en 1555. 

Muy cerca se encuentra La Jana, donde recorrimos brevemente el casco urbano, con antiguos escudos nobiliarios en algunas fachadas y retablos cerámicos. 

Entre sus casas señoriales destacan la Casa del Batlle o palacio Vericat, con fachada del siglo XVII y escudo de armas, y el palacio Borrull, cuya fachada corresponde al siglo XVIII. 

Decidimos acortar el recorrido para centrarnos en los campos de olivos milenarios, algunos de ellos incluidos en el Catálogo de Árboles Monumentales y Singulares de la Comunidad Valenciana. 

Como hemos comprobado, estos pueblos son un testimonio vivo de la historia de quienes habitaron estas tierras.  

Todo cobra sentido porque nada estaba desconectado en aquel mundo donde existía una fluida comunicación, un intercambio constante —comercial, cultural y religioso—. 

Como suele pasar en cualquier parte del mundo, en las periferias, en los poblados cercanos, también se escribe la historia. 

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Cómo ser un estoico en pleno siglo XXI https://gabrielacastillo.es/como-ser-un-estoico-en-pleno-siglo-xxi https://gabrielacastillo.es/como-ser-un-estoico-en-pleno-siglo-xxi#respond Thu, 11 Sep 2025 09:40:07 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=18186 Escuchar el Post ahora CÓMO SER UN ESTOICO EN PLENO SIGLO XXI El arte de resistir con Séneca La realidad nos presenta un panorama complejo a nivel mundial. Nadie queda exento del estupor cuando sintoniza el telediario o lee los titulares de los periódicos.  Sabemos que la agenda de noticias destaca, por sobre todas las… Leer más »Cómo ser un estoico en pleno siglo XXI

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CÓMO SER UN ESTOICO EN PLENO SIGLO XXI

El arte de resistir con Séneca

La realidad nos presenta un panorama complejo a nivel mundial. Nadie queda exento del estupor cuando sintoniza el telediario o lee los titulares de los periódicos. 

Sabemos que la agenda de noticias destaca, por sobre todas las cosas, la crisis, el drama, las catástrofes y el morbo de cualquier índole y en cualquier latitud. 

Todo nos llega con inmediatez y nos impacta sin previo aviso sin que hayamos podido desarrollar alguna inocuidad. 

Sin embargo, podríamos pensar que si aún no nos hemos extinguido es porque existe alguna ley máxima que interviene para mantenernos vivos y nos asiste para superar las adversidades. 

Si consultamos en internet, no se puede confirmar ningún porcentaje de situaciones positivas y negativas en el mundo. Así como una tabla comparativa. 

Todo se mide a través de encuestas que pueden arrojar ciertos datos, pero que no suponen alguna una evidencia exacta y real sobre la que basarnos para confirmar alguna tendencia. 

Obviamente todo dependerá del país o la región donde se consulte a la gente. 

Una encuesta de Ipsos realizada en 2024 a 23.287 personas de 29 países reveló que los temas que más preocupan actualmente a los ciudadanos son: la inflación con un 32%, el crimen y la violencia obtuvieron el 31% y finalmente la pobreza y la desigualdad el  29%.  

Además, los participantes en la encuesta mostraron inquietud por temas como el desempleo, la corrupción política y financiera y la salud pública. 

Sin embargo y contra todo pronóstico, el World Happines Report 2023, señala que en el contexto de la guerra de Ucrania se ha fortalecido el sentimiento de compañerismo y apoyo social después de la invasión de 2022, demostrando que un evento negativo puede fortalecer lazos sociales. 

Esto confirma que, en medio del dolor, la humanidad tiene sobrada capacidad de sostenerse mutuamente. 

Comencé a leer un libro muy interesante de David Fideler “El arte de vivir como un estoico” y es revelador cómo uno de sus representantes más notables, Lucio Anneo Séneca, haya analizado a la sociedad de su época y los desvaríos de las conductas humanas con tanta claridad y con tanta vigencia. 

Sorprende que su análisis, que ya data de dos mil años, resuene con una actualidad arrolladora. 

Séneca fue una figura influyente y predominante de la política romana durante los reinados de Claudio y Nerón. Como escritor, su obra abarca el teatro, diálogos filosóficos, tratados de filosofía natural, consolaciones y cartas. 

En Epístolas 8.2 Séneca nos confirma su intención: Me ocupo de los hombres del futuro. Redacto algunas ideas que puedan serle útiles. Les dirijo por escrito consejos saludables. Cual preparados de útiles medicinas(…). El recto camino que descubrí tardíamente, cansado de mi extravío, lo muestro a los demás”. 

Su mirada en perspectiva nos puede resultar iluminadora para nuestro presente. 

En las cartas a su amigo Lucilio le aconseja y exhorta a cultivar las virtudes más elevadas para conocernos y obrar con plena consciencia de nuestros actos: 

“Antes que nada cuida de estar en consonancia contigo” Epistolas 35.4  

“Hay otros mil casos en que el tesón franquea cualquier obstáculo y muestra que no es difícil nada que la mente se haya impuesto a resistir”. Sobre la Ira II.12.4 

Así podríamos citar a Seneca hasta el infinito y caer en la cuenta de que las situaciones que parecieran “tocarnos en suerte o desgracia”, resulta que se repiten y retroalimentan por los siglos de los siglos. 

Volviendo al punto de partida, me detengo donde cada ser humano necesita trascender su propia mirada y observar el contexto. 

Al despertar, comenzamos a elegir, a seleccionar y a prestar atención. Miramos el teléfono móvil, chequeamos mensajes, leemos alguna que otra noticia, y allí arrancamos la jornada a la manera que estamos acostumbrados

Nuestro foco hará que destinemos la energía hacia metas, propósitos, valores o preocupaciones, permitiendo que la vida siga siendo un “más de lo mismo”. 

Sin negar la realidad, sin abstraernos del sufrimiento, y sabiendo por otra parte que “nada nuevo hay bajo el sol”, podremos posicionarnos de un lado o del otro de las estadísticas. 

La gran pregunta sería: qué cosas dependen de nosotros. Tal vez pequeñas decisiones que, aunque irrelevantes en el plano social, resultan decisivas en lo personal e inmediato. 

En este sentido, Séneca nos diría: “Cualquiera que fuere su fortuna, conseguirá con ella hacer una gesta memorable.” Epístolas 85.40 

 

 

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DIARIO DE VIAJE 23 https://gabrielacastillo.es/diario-de-viaje-23 https://gabrielacastillo.es/diario-de-viaje-23#respond Fri, 29 Aug 2025 21:24:01 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=18169 Escuchar el Post DIARIO DE VIAJE 23 Sant Mateu y Xert: pequeñas joyas en el camino de la historia Cuando definimos un destino a visitar, siempre tenemos en cuenta los pueblos que lo circundan. En varias ocasiones nos han sorprendido por algo especial, aun compartiendo la misma historia y geografía dada la cercanía.  Este fue… Leer más »DIARIO DE VIAJE 23

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DIARIO DE VIAJE 23

Sant Mateu y Xert: pequeñas joyas en el camino de la historia

Cuando definimos un destino a visitar, siempre tenemos en cuenta los pueblos que lo circundan. En varias ocasiones nos han sorprendido por algo especial, aun compartiendo la misma historia y geografía dada la cercanía. 

Este fue el caso de dos pueblos, Sant Mateu y Xert, en los que hicimos una pausa de camino hacia Morella. 

Ambos conservan muestras de pintura rupestre levantina, restos de la Edad del Bronce y del mundo íbero. 

Sant Mateu, en la comarca del Baix Maestrat de Castellón, nos pareció una joya escondida, fuera de los catálogos y puntos turísticos habituales. Es un pueblo que guarda muchos secretos pero que, sin embargo, desplegó ante nosotros todo su abanico de sucesos, personalidades y fechas claves de la historia de esta región

San Mateo fue la capital histórica de un amplio territorio denominado Real Maestrazgo de Santa María de Montesa y de San Jorge de Alfama. 

El Maestrazgo estaba formado por Baylías y Encomiendas, entre ellas el Baylío de Cervera o Mensa Maestral, con ocho poblaciones: Cervera del Maestre, San Mateo, Traiguera, Xert, La Jana, Rossell, Canet y Càlig. 

En la época medieval, Sant Mateu se convirtió en un importante centro comercial, ganadero y artesanal, desde donde se exportaba la lana de los rebaños de la zona a los telares de Prato y Florencia. 

Aparcamos el coche y, recorriendo sus principales calles, dimos con la Iglesia Arciprestal de San Mateo Apóstol, un templo del siglo XIII. Para nuestra sorpresa, nos esperaba una guía turística que nos adentró en la historia de esta reliquia y nos permitió acceder al interior del templo y al campanario, desde donde disfrutamos de unas vistas extraordinarias. 

La iglesia, de estilo gótico valenciano, inició su construcción en el siglo XIII en estilo románico, y fue ampliada progresivamente hasta convertirse en el magnífico templo que es hoy. Los comerciantes de lana fueron los impulsores de la obra, lo que le valió el sobrenombre de “la catedral de los mercaderes de la lana”. 

Este empuje económico permitió que Sant Mateu creciera durante los siglos XIII, XIV y XV, albergando en su villa la Universidad de Humanidades, la Escuela de Griego, así como escuelas pictóricas, de orfebrería y de cantería. 

Su importancia política también fue notable: se celebraron Cortes Generales del Reino de Valencia en 1369, 1370, 1421 y 1429. La visitaron personajes como San Vicente Ferrer, Benedicto XIII (el famoso Papa Luna) en 1409, Clemente VIII, Alfonso de Borja (más tarde el Papa Calixto III), entre otras importantes personalidades. 

Para concluir la visita, disfrutamos de un merecido tentempié en la Plaza Mayor, con su diseño típico de las plazas medievales en ciudades fuertemente amuralladas. 

Al día siguiente dimos un paseo bajo la lluvia por el pueblo de Xert, integrado en la comarca del Baix Maestrat

En su término se conserva la célebre Mola Murada, un importante poblado de la Edad del Bronce con recinto fortificado y restos de viviendas en su interior. 

De origen musulmán, fue reconquistada en 1233 y recibió carta puebla en 1235. Formó parte de la Bailía de Cervera, perteneciendo primero a la Orden del Temple y, a partir de 1319, a la Orden de Montesa, hasta el siglo XIX y la abolición de los señoríos. 

En sus proximidades se libraron hechos de armas durante las Guerras Carlistas, destacando el de 1836. 

Ya en el siglo XX, la Guerra Civil dejó su huella con la retirada de los soldados republicanos hacia el Ebro y la persistencia de focos guerrilleros leales a la República hasta bien entrados los años cincuenta. 

El pueblo se recorre a pie en pocas horas y se disfruta a cada paso por sus calles y muros de piedra. El paisaje, de barrancos y ramblas, conmueve especialmente en la zona occidental de la comarca, donde se abre la rambla de Cervera. 

Descubrir Xert fue como viajar al pasado, imaginando la vida de aquellas gentes, sus costumbres y sus ritos. 

La Vieja Iglesia de la Asunción, con su cementerio adosado, la casa abadía y la antigua trama urbana, fueron el puntapié para dar rienda suelta a la imaginación. Todo ello conserva la estructura con arcos y lienzos de las viejas murallas del siglo XIII, renovadas en el XVII. 

El núcleo antiguo estuvo parcialmente amurallado, y los vestigios actuales se hallan incorporados a las viviendas más antiguas en la parte alta del pueblo. 

La curiosidad nos ha enseñado que nunca hay que desestimar la riqueza de los pueblos, aunque el atractivo turístico se lo lleven las grandes urbes. 

Porque debajo de las piedras hay un pasado que aún nos sigue contando historias

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CRISIS, RESILIENCIA Y PROPAGANDA: LA ESPECIE HUMANA EN JAQUE https://gabrielacastillo.es/crisis-resiliencia-y-propaganda-la-especie-humana-en-jaque https://gabrielacastillo.es/crisis-resiliencia-y-propaganda-la-especie-humana-en-jaque#respond Tue, 19 Aug 2025 12:17:21 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=18071 Escuchar el Post ahora Crisis, resiliencia y propaganda: la especie humana en jaque Lecciones de supervivencia desde el año 536. El mundo hoy nos ofrece un panorama complejo en todas latitudes.   Existe una combinación de desastres naturales, conflictos armados y crisis humanitarias, con sus consecuencias inevitables a mediano y largo plazo.  Cada cual, y… Leer más »CRISIS, RESILIENCIA Y PROPAGANDA: LA ESPECIE HUMANA EN JAQUE

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Crisis, resiliencia y propaganda: la especie humana en jaque

Lecciones de supervivencia desde el año 536.

El mundo hoy nos ofrece un panorama complejo en todas latitudes.  

Existe una combinación de desastres naturales, conflictos armados y crisis humanitarias, con sus consecuencias inevitables a mediano y largo plazo. 

Cada cual, y según donde le toque vivir, percibirá la realidad de acuerdo con las circunstancias geopolíticas, sociales y culturales de su región. 

Todavía existen pueblos que parecen vivir en otro tiempo —como ciertas comunidades de Papúa Nueva Guinea, la Isla Sentinel del Norte o regiones de Etiopía— donde la preservación de costumbres ancestrales mantiene una relación distinta con la modernidad. 

También en Senegal, Brasil y Perú viven comunidades ancladas en un tiempo que parece inmutable. 

Quienes pertenecemos a este mundo interconectado, sentimos una preocupación generalizada por el cambio climático, con su impacto en fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar. 

También, las tensiones geopolíticas, problemas de salud pública como pandemias y las desigualdades económicas contribuyen a un panorama global peligroso. 

A esto deberíamos agregarle un problema no menor, como la creciente dependencia de la tecnología y los consecuentes ciberataques, que también ponen en alerta a todos los sistemas de los cuales dependen. 

Según un artículo de la National Geographic, historiadores y científicos, señalan la peor época de la humanidad a partir del año 536 donde varias erupciones volcánicas precipitaron un “invierno volcánico” de una década de duración. 

En 541 la peste bubónica llegó desde Egipto y consiguió matar a un tercio de la población del imperio bizantino. 

El aumento de la capa de hielo del océano (un efecto de retroalimentación del invierno volcánico) y un intenso mínimo solar (el período regular que presenta la menor actividad en el ciclo solar de 11 años del Sol) en el año 600, aseguraron que el enfriamiento global continuara durante más de un siglo. 

Digamos entonces que, aun creyendo que vamos de mal en peor, todavía tenemos chances de superar las adversidades presentes, con las contramarchas de los intereses que manejan los hilos de este mundo. 

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un compromiso global de 193 países, adoptado el 25 de septiembre de 2015, para desarrollar un plan de acción “a favor de las personas, el planeta y la prosperidad”.  

La Agenda 2030 también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. 

Este marco trata de trazar un camino para lograr dar respuesta a los grandes desafíos mundiales: desde la pobreza y el hambre hasta la corrupción y el cambio climático. 

Los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU abarcan metas sociales, económicas y ambientales que buscan cerrar la brecha de género, erradicar el hambre, promocionar la acción climática o buscar la paz y la transparencia, entre otros propósitos. 

Sin embargo y como sucede con las buenas intenciones cuando no hay una actitud de cambio real, aún se está lejos de cumplir los objetivos previstos.  

Mientras tanto, la brecha se agiganta. La falta de voluntad para implementar medidas de coordinación y financiamiento, se cobra vidas y recursos en el planeta. 

Algunas personas critican la Agenda 2030 por considerarla una herramienta para un supuesto “Nuevo Orden Mundial” o un intento de controlar a la población.   

También se critica la frase “En 2030 no tendrás nada y serás feliz” por su enfoque en la falta de propiedad y su potencial para generar descontento. 

Cristina Martín Jiménez, periodista y escritora sevillana, señala que la Agenda 2030 es una mera campaña propagandística universal dirigida a sugestionar a todas las personas del planeta y a perseguir a la gente que se rebela contra el statu quo establecido. 

Si bien los principios en los que se basa la Agenda son lícitos y razonables, esta obra diferencia claramente el mensaje de la intención que oculta. Para la autora, lo que nos cuentan sobre la Agenda es pura propaganda.  

Una campaña de comunicación internacional cuyo fin es vendernos un futuro mejor para todos.  

Volviendo a aquel fatídico año 536 cuando el mundo experimentó un período de oscuridad y enfriamiento global, llamado “invierno volcánico”, y una densa niebla cubrió Europa, Oriente Medio y partes de Asia, bloqueando la luz solar y causando bajas temperaturas y hambrunas, la recuperación se debió principalmente a la adaptación y a la resiliencia de las sociedades. 

Los cambios en la agricultura, el comercio y la organización social, fueron claves para mantener la cohesión social y reconstruir las comunidades.  

Evidentemente, con mucha menos información y recursos, y en medio de la catástrofe sanitaria y la hambruna generalizada, la humanidad supo ponerse de acuerdo. Más de lo que estamos demostrando hoy en los actuales foros de debate internacional.  

Históricamente el ser humano ha sabido superar las crisis gracias a la adaptación, a la colaboración y a la resiliencia.   

Todas ellas, capacidades de supervivencia, que por el momento, parecen quedar soslayadas bajo slogans y buenos propósitos sin ver la luz ni encaminarse en políticas realistas y urgentes.  

La pregunta es si, frente a un mundo en crisis, recordaremos a tiempo esas capacidades antes de que sea demasiado tarde. 

 

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DIARIO DE VIAJE 22 https://gabrielacastillo.es/diario-de-viaje-22 https://gabrielacastillo.es/diario-de-viaje-22#respond Sat, 09 Aug 2025 17:38:42 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=18047 Escuchar el Post DIARIO DE VIAJE 22 Morella, la memoria viva entre murallas y guirnaldas. Uno de los lugares que más me impresionó sin imaginarlo antes de llegar fue Morella. Sabía de su castillo imponente, pero no de su encantadora ciudad ni de la Basílica de Santa María, uno de los templos góticos más hermosos… Leer más »DIARIO DE VIAJE 22

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DIARIO DE VIAJE 22

Morella, la memoria viva entre murallas y guirnaldas.

Uno de los lugares que más me impresionó sin imaginarlo antes de llegar fue Morella. Sabía de su castillo imponente, pero no de su encantadora ciudad ni de la Basílica de Santa María, uno de los templos góticos más hermosos de la antigua Corona de Aragón. 

Morella está al norte de la provincia de Castellón, limitando con Tarragona y Teruel. Es tierra de montañas abruptas, barrancos y mesetas rocosas, con cimas de hasta 1.300 metros. Su clima, mediterráneo de alta montaña, regala veranos frescos e inviernos muy fríos. 

La visité dos veces: la primera, para recorrer su historia y arquitectura; la segunda, para vivir una de sus fiestas más esperadas: el Sexenio. 

En la primera ocasión, empezamos por el castillo. La subida, entre murallas y rampas, y su recorrido interno lleva casi dos horas. Desde lo alto, se entiende por qué este lugar fue codiciado durante siglos.  

Ya los iberos y romanos lo ocuparon, pero fueron los musulmanes quienes le dieron forma de fortaleza, entre los años 950 y 960, bajo el califato de Abd al-Rahman III

 Después, almorávides y almohades reforzaron defensas y convirtieron el núcleo en una ciudad próspera, centro de ganadería y comercio. 

Con la conquista cristiana en el siglo XIII y las reformas posteriores, el castillo se adaptó a los avances militares de cada época. Resistió ataques en la Guerra de Sucesión, pero sufrió sus peores daños en la Guerra de la Independencia y en la Primera Guerra Carlista. 

Por sus muros pasaron figuras históricas como El Cid, Jaume I, el Papa Luna y San Vicente Ferrer.   

Tras el castillo, llegó el descubrimiento más inolvidable: la Basílica Arciprestal Santa María la Mayor. Construida entre los siglos XIII y XVI, reúne en su fachada dos portadas góticas: la de los Apóstoles y la de las Vírgenes. 

El interior es sobrecogedor: la escalera de caracol que asciende al coro, el altar mayor, tres rosetones con vidrieras originales del siglo XIV, el órgano histórico y un friso esculpido que recuerda al Pórtico de la Gloria.  

Incluso para quien no sea religioso, es imposible no sentir algo especial en este espacio. 

La segunda vez que viajé a Morella fue en agosto, para participar en el Sexenio de Morella, una celebración que se remonta a 1678 y se realiza cada seis años en honor a la Virgen de Vallivana. 

Según la tradición, la Virgen puso fin a una epidemia de peste en 1672, y desde entonces la ciudad le rinde un novenario de acción de gracias. 

Durante esos días, Morella se transforma: las calles se alfombran con hierbas aromáticas, los balcones y puertas se engalanan con guirnaldas de flores de papel hechas a mano por los vecinos, y cada jornada está organizada por un gremio distinto. 

 Hay procesiones solemnes, danzas tradicionales y escenas bíblicas representadas por los propios habitantes.  

El momento más esperado es la entrada de la Virgen en la ciudad, que despierta una emoción colectiva difícil de describir. 

Antes de despedirnos, había que probar el flaó, dulce tradicional de requesón, almendra y moscatel, que resume en su sabor el carácter de esta tierra: intenso, acogedor y lleno de matices.  

Morella es historia viva, arte, fe y tradición. Un lugar que se visita con los ojos, pero se recuerda con todos los sentidos. 

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LA SONRISA, EL ULTIMO ACTO DE RESISTENCIA https://gabrielacastillo.es/la-sonrisa-el-ultimo-acto-de-resistencia https://gabrielacastillo.es/la-sonrisa-el-ultimo-acto-de-resistencia#respond Tue, 29 Jul 2025 18:42:26 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=18034 Escuchar el Post ahora la sonrisa, el último acto de resistencia Reivindicando nuestro sello más humano Soy una defensora y promotora de la simpatía, de la necesidad de ingresar a un sitio con una sonrisa, del requisito indispensable de saludar mirando a los ojos y de estrechar la mano con firmeza.  Sé lo bien que… Leer más »LA SONRISA, EL ULTIMO ACTO DE RESISTENCIA

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la sonrisa, el último acto de resistencia

Reivindicando nuestro sello más humano

Soy una defensora y promotora de la simpatía, de la necesidad de ingresar a un sitio con una sonrisa, del requisito indispensable de saludar mirando a los ojos y de estrechar la mano con firmeza. 

Sé lo bien que sienta dar y también recibir una llamada o un WhatsApp en un momento crítico, saber que le importamos a alguien, y que ese alguien nos brinda un espacio de respiro para que el momento duela menos. 

Un “buen día” mostrando una sonrisa tiene todo lo que se necesita para cambiar la vida de alguien, y la propia.  

El simple hecho de elevar las comisuras de los labios, creando una curva hacia arriba y, en el mejor de los casos, mostrar los dientes con delicada satisfacción, más la consecuente contracción del músculo orbicular de los ojos, creando las famosas patas de gallo, es el acto más sencillo y, a simple vista, de alto grado de liberación de endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo.  

Esta contracción de varios músculos faciales ha dejado su huella a lo largo de la historia, desde las sonrisas arcaicas de las esculturas griegas conocidas como kuros, hechas hace 2.500 años, hasta los emojis, esas pequeñas imágenes que le ponen sabor a nuestros mensajes.  

Tan fácil y sencillo como sonreír nos predispone de otra manera.  

Como señala un artículo de Público, “La sonrisa también reduce los niveles de hormonas responsables del estrés como el cortisol o la propia adrenalina. 

De esta forma, sonreír también es una buena estrategia para prevenir la tristeza y la depresión, al generar estados de ánimo positivos y placenteros. En este sentido, la sonrisa es también un excelente mecanismo de homeostasis fisiológica: sonreír es una forma de restablecer tanto nuestro equilibrio fisiológico como psicológico.”   

Siendo un recurso que todos conocemos, que podemos palpar y evidenciar a nuestro favor, ¿qué nos pasa con nuestra tendencia adulta a la seriedad, al hastío, a la poca gana? 

En mi experiencia reciente como paciente de hospital para una intervención de apendicitis, la situación a mi alrededor parecía rutinariamente acuciante.  

Cada persona con su propia historia a cuestas, con sus dolores más o menos a flor de piel, se mimetizaba en una sala con pacientes heterogéneos. 

Las abuelas que compartían conmigo la sala de urgencias, descargaban sus letanías al paciente de al lado o la enfermera de turno, que llevaba horas atendiendo a otros pacientes en iguales o peores condiciones. 

Observé el cuadro: la cara de los involucrados (pacientes, personal sanitario, familiares), su gesticulación, el tono de voz, la forma de entrar, de saludar, de reaccionar ante el dolor de una aguja, de hablar entre sí.  

Y llegué a la conclusión que hemos escayolado las emociones.  

Nos vamos rutinizando, y taponando la entrada y salida de cualquier sedimento emocional

Interactuando lo justo y necesario con el otro, por la razonable necesidad de preservar la salud mental ante la desgracia ajena, también nos acorazamos y nos volvemos cero emotivos y menos reactivos. 

Olvidamos qué es sonreír. Se le olvidó a la cajera del super, se le olvidó al funcionario del Inem, se le olvidó al vendedor de la Once, se le olvidó al farmacéutico del abierto 365 días del año, se le olvidó a la vecina que renegó con su hijo adolescente anoche, se le olvidó a chofer de la EMT. 

Y así un sinnúmero de seres humanos, entre los que me encuentro, que hemos reservado para momentos muy puntuales, siempre que no demande demasiada energía, una característica tan humana como sonreír.  

Nada nos hace tan distintos de otros seres vivos.  

Por eso reivindico la sonrisa, el entendimiento, la cortesía, la convivencia, la empatía. Porque cuando alguien sonríe, el mundo —aunque sea por un segundo— deja de doler tanto. 

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DIARIO DE VIAJE 21 https://gabrielacastillo.es/diario-de-viaje-21 https://gabrielacastillo.es/diario-de-viaje-21#respond Fri, 25 Jul 2025 18:29:08 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=17971 Escuchar el Post DIARIO DE VIAJE 21 Onda y su Castillo de las Trescientas Torres En abril de este año nos acercamos a Onda, un pueblo situado a poco más de 70 kilómetros de Valencia, en la comarca de la Plana Baja, provincia de Castellón.   De esos lugares que uno va posponiendo hasta que… Leer más »DIARIO DE VIAJE 21

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DIARIO DE VIAJE 21

Onda y su Castillo de las Trescientas Torres

En abril de este año nos acercamos a Onda, un pueblo situado a poco más de 70 kilómetros de Valencia, en la comarca de la Plana Baja, provincia de Castellón.  

De esos lugares que uno va posponiendo hasta que un día alguien te habla de un castillo, y no de uno cualquiera: el Castillo de las Trescientas Torres, una fortaleza musulmana excelentemente conservada desde el siglo X. 

La sola mención de ese nombre ya despierta la imaginación. ¿Trescientas torres? Bueno, en realidad se trata de entre 72 y 79 pero eso no le quita ningún mérito a semejante estructura. 

Se dice que tenía tantas torres como días tiene el año, una ciudad amurallada que aún hoy se eleva sobre el montículo estratégico que domina la llanura de La Plana y la Sierra de Espadán.  

Caminar por sus restos es hacer un viaje en el tiempo. Allí, donde antes hubo asentamientos ibéricos y romanos, los musulmanes construyeron un núcleo que con el paso de los siglos fue creciendo hasta convertirse en una imponente ciudad-fortaleza. 

La historia de Onda es una crónica de luchas y reconquistas: desde la rendición en 1238 de Zayan, último rey moro de Valencia, ante el rey Jaime I el Conquistador, pasando por las órdenes militares del Temple, el Hospital y Montesa.  

El castillo fue testigo de guerras y asedios, desde la Guerra con Castilla en el siglo XIV, las Germanías en el XVI, hasta la Guerra Civil del siglo XX. Cada piedra parece susurrar historias de batallas eternas. 

Dentro del castillo, hoy en restauración, se encuentra un museo donde se exhiben yeserías musulmanas que hablan de una época en la que el arte se fundía con la arquitectura. 

En sus muros se proyecta al poeta, historiador, diplomático y político valenciano de Al Àndalus, Muhámmad ibn al-Abbar, perteneciente a una influyente familia yemenita de Onda en el año 1199, quien deleita al público visitante con sus relatos y pone en contexto la vida de aquellos años de esplendor. 

 

Pero Onda no es solo su castillo. En su casco histórico, nos encontramos con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una joya inesperada.  

Llegamos el Sábado Santo y, por suerte, la iglesia estaba abierta. Lo que descubrimos fue un altar mayor radiante, una obra maestra barroca que se levanta sobre un solar con siglos de historia.  

La iglesia, que comenzó a construirse en 1727, descubre en la cúpula, los frescos del pintor Carlos Maroti y una obra escultórica impresionante del maestro Folía, discípulo y amigo de Rodin, quien falleció antes de ver su obra finalizada. 

Viajar por pueblos como Onda es tocar la historia con las manos, palpar la memoria que se esconde en cada piedra, en cada mosaico y en cada rincón de la Comunidad Valenciana.  

Es descubrir que la maravilla de viajar no solo está en ver paisajes nuevos, sino en dejar que esos lugares te hablen, te enseñen y te transformen, con la paciencia de quienes saben que el tiempo es un maestro silencioso. 

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¿QUÉ QUIERES SER CUANDO SEAS GRANDE? https://gabrielacastillo.es/que-quieres-ser-cuando-seas-grande https://gabrielacastillo.es/que-quieres-ser-cuando-seas-grande#respond Sat, 28 Jun 2025 15:14:03 +0000 https://gabrielacastillo.es/?p=17949 Escuchar el Post ahora ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Carreras con salida vs. vocaciones con sentido: el dilema de una generación Frente a mi casa hay un Instituto secundario, Bachillerato y de Formación Profesional.  Cada mañana veo pasar a decenas de jóvenes que llegan solos o en grupitos de dos o tres compañeros.  Se… Leer más »¿QUÉ QUIERES SER CUANDO SEAS GRANDE?

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¿Qué quieres ser cuando seas grande?

Carreras con salida vs. vocaciones con sentido: el dilema de una generación

Frente a mi casa hay un Instituto secundario, Bachillerato y de Formación Profesional. 

Cada mañana veo pasar a decenas de jóvenes que llegan solos o en grupitos de dos o tres compañeros. 

Se me hace inevitable recordar, allá lejos y hace tiempo, cuando me tomaba el colectivo para cursar mis estudios secundarios, madrugando para llegar puntual a las 7:50 todos los días. 

Años ochenta… Madre mía, ¡si habrá pasado agua bajo el puente!  

Los pibes y pibas en aquellos años teníamos otra historia en la cabeza. Se nos venía encima la urgencia de trabajar, de independizarnos, de ser adultos y de tomar el timón de nuestras vidas

Yo estudié en la Facultad; otros compañeros empezaron a trabajar, algunos emprendieron sus propios negocios, otros formaron familia siendo muy jóvenes. 

Pero no estoy tan segura de poder trazar un paralelismo entre estos chicos nacidos a partir de 2010 y los veteranos de los 80. Si bien transitamos la misma etapa biológica, la mentalidad es absolutamente distinta. Y tampoco compartimos la misma idiosincrasia

Mucho menos enfrentamos los mismos desafíos para insertarnos en el mercado laboral. Nosotros apenas salíamos con una base de inglés y mecanografía (esta última, nuestra gran herramienta). 

A principios de los 90 conocí aquellas PCs que parecían cajones inmensos, con pantalla de fondo negro y letras verdes. Usábamos el famoso programa de texto WordPerfect para escribir documentos, cartas, declaraciones juradas, etc. 

Hoy la cuestión es otra. La incertidumbre es moneda corriente. 

La automatización y la precarización laboral hacen que muchos jóvenes prioricen carreras “seguras” o con salida rápida al mercado: tecnológicas, sanitarias, de logística o vinculadas a la energía. 

Por eso, hay un aumento notable de matrículas en FPs técnicas y ciclos medios, mientras que las carreras largas como Filosofía, Historia del Arte o Humanidades son vistas como apuestas “arriesgadas” desde el punto de vista económico. 

También encontramos un desajuste entre formación y empleo. El mercado cambia más rápido que los planes educativos. 

Hay sectores con vacantes sin cubrir (como ciberseguridad, energías limpias o salud mental), mientras que en ámbitos como comunicación, derecho, psicología o educación hay una sobresaturación de perfiles, con inserción lenta y condiciones irregulares. 

Esto lleva a muchos jóvenes a evitar las carreras vocacionales o de pasión, bajo la idea de que “no tienen salida”. 

Hoy se plantean, al menos, tres preguntas clave: 
¿Qué carrera me asegura ingresos? 
¿Tendré que irme del país? 
¿Y si lo que estudio hoy queda obsoleto en 10 años? 

Aunque el acceso al conocimiento es más amplio —gracias a cursos online, aprendizaje remoto y redes profesionales—, también se ha vuelto más competitivo. Ya no se compite solo con postulantes de tu ciudad, sino con personas de todo el mundo. 

Esto desvaloriza ciertos títulos tradicionales si no se acompañan de experiencia, idiomas o habilidades blandas. 

A su vez, crece el interés por formaciones híbridas y prácticas desde el inicio. 

¿Entonces, qué alternativas hay?  

Muchos jóvenes hoy eligen dobles titulaciones o carreras con salidas variadas, como Administración, Dirección de Empresas o Tecnología. 

Primero apuestan por algo “sólido” y luego exploran su vocación por fuera. 

Optan por formaciones modulares o bootcamps, programas intensivos y acelerados que los preparan para ingresar rápidamente al mercado laboral. 

Buscan carreras que permitan movilidad internacional o la posibilidad de trabajar en remoto. 

Evidentemente, estamos frente a un momento sin precedentes. Hay un alto grado de incertidumbre, e insertarse en el mercado laboral se ha vuelto un acto de supervivencia estratégica. Todo esto tiene un impacto negativo sobre aquellas vocaciones más humanistas.  

No sé si todo tiempo pasado fue mejor. Pero hace 40 años, al menos, sabíamos con más certeza hacia dónde ir. Hoy, el futuro viene sin mapa. 

 

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